La idea de contenido responde de alguna forma al dominio sobre la cosa. Contener es dominar en el tiempo el transcurso de un cuerpo. En este sentido, la representación nos ha permitido contener el paisaje como una idea basada en conjunto de convenciones ópticas, pero ¿qué pasa cuando queremos capturar una parte del entorno sin la presencia directa de ningún sujeto?

Se trataba de obtener algunas muestras de paisaje al hilo de este enfoque. Seleccioné para ello cinco puntos distintos alejados entre sí cientos de km, coloqué en cada uno un contendor semi-enterrado a modo de trampa y me volví a casa. Lo que pasó fue el paisaje durante meses sobre este obturador abierto a ras de suelo, dejando caer en la captura a un conjunto de actantes reunidos allí por decantación.

Las cinco muestras fueron positivadas usando cera, lo que no permite hacer una lectura retiniana de las mismas, proporcionándonos, sin embargo, una experiencia háptica y olfativa que expande el contenido del paisaje y nos presenta, de algún modo, el carácter real de la cosa dominada.

Hacer Paisaje es una revisión conceptual del género partiendo de acciones que salven la distancia cultural que ha impuesto la mirada. El recorrido a pie y la toma de contacto con el territorio revelarán un paisaje diferente de su idea. Esta serie está vinculada a mi salida de la gran ciudad para empezar otra vida en el campo.